En el mundo, existen fenómenos conocidos y fenómenos que no podemos predecir con exactitud. En términos generales, la probabilidad es un estudio que mide la frecuencia con la que se obtiene un cierto resultado cuando se lleva a cabo una serie de experimentos aleatorios con características conocidas y controladas. Así pues, en el
caso de la moneda en la teoría de la probabilidad se utiliza para saber que, si se lanza la misma moneda 100 veces con el mismo impulso, sobre la misma superficie y sin ningún cambio, ésta caerá 50 veces sobre una cara y 50 sobre la otra. Aunque en este caso la probabilidad no nos puede hacer saber de qué lado va a caer la moneda en el instante preciso en que la lanzamos, si nos puede servir para saber que existe un 50% de probabilidad, esto es que existe la misma posibilidad de que caiga de un lado que del otro.
¿Para qué sirve?
La teoría de la probabilidad es un instrumento muy útil a la hora de predecir la frecuencia con que ocurren ciertos fenómenos, por lo que se utiliza frecuentemente en ciencias como la física o las matemáticas. Con el paso de los siglos y la modernidad de los tiempos, el estudio de la probabilidad se asoció también a la estadística, las ciencias en general y, por supuesto, a las finanzas.
¿Cómo se usa la probabilidad en finanzas?
En términos financieros la probabilidad es “el valor fijo límite hacia el que tiende a aproximarse la frecuencia de aparición de un resultado cuando crece el número de observaciones que se realizan en circunstancias similares”.
Lo anterior quiere decir que, en el mundo de las finanzas, la probabilidad está asociada a la recurrencia de un cierto resultado cuando se analiza a gran escala un mismo instrumento o situación financiera.
Si retomamos el ejemplo de las monedas y los dados y lo aplicamos a una inversión, podremos entender mejor el manejo de la probabilidad financiera. En el mundo de las inversiones, existen muchos expertos que se dedican a realizar mediciones sobre la frecuencia con que ocurren determinados fenómenos. Los inversionistas utilizan estos
estudios para analizar mejor sus posibles negocios. Así pues, si existe un estudio que nos revela que la posibilidad que tiene una determinada acción de subir es de 35%, esto nos da a entender que tiene un 65% de probabilidad de descender, lo cual nos habla de mayor riesgo al momento de invertir.
Por lo general, cuando una inversión tiene más riesgo, sus ganancias potenciales son mayores. Y los estudios de probabilidad nos ayudan a determinar precisamente el riesgo que existe.
En el mercado de valores ocurre un fenómeno similar al de las apuestas en los deportes, las carreras de autos o los caballos. Cuando se apuesta dinero al favorito para ganar, la ganancia es menor que cuando se apuesta al peor calificado de la lista.
De la misma forma, el riesgo es más grande cuando se pone el dinero en el perdedor, puesto que tiene menos probabilidades de ganar. Los estudios de probabilidad nos permiten predecir en cierta medida los comportamientos de las inversiones, o al menos, las posibles ganancias o pérdidas en cualquier caso. Esto resulta muy útil para decidir si invertir o no y de qué manera hacerlo.
Es importante recordar en todo momento que las leyes de probabilidad están vinculadas de manera directa a los riesgos de pérdida, por lo que las inversiones con pocas probabilidades de éxito suelen ser las que paguen mejor si llegan a ser exitosas. Sin embargo, no hay que perder de vista que el riesgo es un factor determinante para elegir una inversión y no es recomendable poner en peligro el patrimonio con la esperanza de “ganarle” a la probabilidad o de “contradecir los pronósticos”. El riesgo de inversión adecuado dependerá de la situación individual de cada persona y sus necesidades específicas. Por ello, es crucial el asesorarse de manera apropiada y diversificar las inversiones en una gran variedad de riesgos o probabilidades para disminuir los mismos.
Cuando hablamos de probabilidades en las inversiones, nos referimos a que ante un determinado resultado existen 2 escenarios para el posible movimiento de una determinada acción. En las inversiones nada es absoluto. Cuando damos alguna proyección sobre si alguna acción subirá o bajará están inmediatamente involucradas las probabilidades.
Al momento de decidir si compramos o vendemos la estrategia consiste en tener las probabilidades de nuestro lado, es decir, claramente debemos manejar nuestras decisiones de inversión con una probabilidad de ocurrencia mayor al 50%.